Publicado por Jairo
Reconozco ser un impaciente en toda regla, pero afirmar esto no me hace cambiarlo. Las prisas nunca fueron buenas y aunque todos en estos momentos estaréis diciendo “que es lo que dice el loco este, ha descubierto América” y cosas por el estilo, la realidad es que reconocerlo en buena parte solo me ayuda a reflejar una falsa modestia ante los demás.
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No basta con reconocerlo aunque sea un buen comienzo, hay que actuar y cambiarlo pero ahí está la dificultad. Bien diréis también ¿qué relación tiene esta reflexión con el mundo de la música? pero sí que tiene vital importancia y está sumamente relacionada.
La impaciencia destruye todo, impregna de mal olor lo que te encaminas a realizar porque todo tiene su momento y aunque crea que mi alma llora cada vez que ve o escucha a un artista compartiendo ese don que la vida le dio. En realidad no es más que mi ego demandando más y más.
Como antes he dicho todo tiene su momento y puede ser que hoy no sea el mío, quizás nunca lo sea, quizás, pero lo que si es cierto es que la prisa y el no aceptar el sitio donde me encuentre solo me llevará a reflejar tensiones en todo lo que hago.
Por eso os invito a observaros a distinguir vuestro ego de vuestros verdaderos propósitos y deseos ya que vuestras canciones y en general vuestras acciones realizadas con falta de paciencia, solo crearán el efecto contrario. Cuando te situas frente a la impaciencia nada regresa a tu corazón. Medítalo.
Jairo