El cerebro percibe la música como otro idioma extranjero. Esta es la conclusión a la que llegaron los científicos de la Universidad de Liverpool, que investigaron la zona del cerebro, que anteriormente se pensaba que estaba relacionada únicamente con la función del habla, en los músicos. Resultó que, independientemente del instrumento que posean, tenían más materia gris en esta área del cerebro que las personas que estaban lejos de la música.
Estos hallazgos, según el profesor de neurología conductual de la Universidad alemana de Constanza, Thomas Elbert, "coinciden bien con el punto de vista existente de que los músicos procesan la música como un lenguaje complementario". Este científico también se dedica al estudio de la actividad de la corteza motora durante la reproducción de instrumentos musicales.
El presente estudio, dirigido por los neurólogos británicos Vanessa Sluming y Neil Roberts, involucró a 26 músicos masculinos de entre 26 y 66 años. Un grupo de control de personas que no se dedicaban a la música los seleccionó por edad. El estudio de la zona de Brock se llevó a cabo mediante imágenes de resonancia magnética tridimensional.
Resultó que el aumento en el volumen de materia gris, es decir, las células nerviosas, en esta zona del habla no dependía del tipo de instrumento musical en el que el sujeto buscaba, pero estaba directamente relacionado con el número de años dedicados a la música. Según los investigadores, esto significa que el lenguaje y la música tienen mucho en común en la percepción del cerebro.
Además de la explicación obvia de que tocar instrumentos musicales desarrolla la zona de Brock, existe otra posibilidad. Como señaló el profesor Elbert, es posible que las personas con una zona de Brock más desarrollada tiendan a hacer música y logren grandes avances en esto. Ahora quiere probar la suposición de que estas características cerebrales en los músicos deberían facilitar la asimilación del curso escolar de gramática.