La forma ideal de aprender es a veces por medio del juego y la constancia, conversando con cada uno de mis alumnos descubrí, que la practica constante llega a dar sus frutos tarde o temprano, las interminables horas de estar de pie frente al tablero de dibujo, y llenar de líneas y sombras todas y cada una de nuestras queridas obras, son al fin y al cabo el porqué de todo aquel viaje que emprendemos en este camino del arte.
Y como se inicia, en el caso mío inicio ese camino con un juego, si el juego de los trazos, las líneas en todas sus direcciones, buscando el dominio de la mano, la destreza de la misma que al realizar un dibujo, consiguiera elevar una línea, cerrar un círculo, o dar una forma valorada.
Como logramos ello, bueno, iniciamos con el trazo de líneas paralelas en una sencilla hoja A4 cuantas veces, 20 hojas llenas de líneas, en todas sus direcciones, verticales, horizontales, de derecha a izquierda de izquierda a derecha, de arriba hacia abajo, de abajo hacia arriba y en todas las inclinaciones como en las líneas oblicuas, que contándolas son como 16 direcciones si empleamos para ello ambas manos.
Cuáles son los materiales ideales para realizar estas prácticas, al empezar aconsejaría, un lápiz B y posteriormente ir aumentando en gradación a lápices más suaves y de mayor intensidad como un 2B, 4B, 6B pues obtenemos mayor visibilidad del trazo y al ser de mina más suave nuestros trazos se tornaran más suaves. Los ejercicios iniciales pueden realizarse en hojas blancas A4 y posteriormente en papelógrafo blanco, por su amplitud, permitirá un mayor dominio de la mano, muñeca y antebrazo.
Un ejercicio semanal puede tomarnos el rellenar 320 hojas tan solo con líneas, que nos permitirá ejercer el dominio y la destreza de nuestra mano al trazar, esbozar o dibujar, será el inicio de nuestro camino, un principio alentador, que nos mostrara que la persistencia crea al maestro
Gracias.
Iris