Manuel Sandoval Arroyo

Normalmente los alumnos que no tienen un buen contexto de la habilidad que quieren aprender, solamente se preguntan el cómo es que se puede llevar a cabo una determinada acción para lograr un resultado. Todo su camino de aprendizaje lo recorren únicamente con esta pregunta en mente, que si bien llega a desarrollar las habilidades que buscaban, nunca lograrán entender las aplicaciones prácticas de la materia en cuestión, y se verán en problemas cuando quieran crear algo por su cuenta o tener la perspectiva para iniciar un proyecto con ciertas especificaciones. Incluso con metodologías prácticas desde el día uno, estas suelen solamente crear un proyecto con base a un marco previamente establecido que no aporta herramientas aplicables fuera del contexto establecido en la lección.

Es por ello que mis lecciones tratan de llegar a la raíz de la habilidad que se busca aprender y se entiendan los fundamentos desde una perspectiva más amplia. Esto para que el estudiante también se pregunte el por qué aprender una cierta habilidad, e individualmente de respuesta a preguntas como: ¿Qué puedo hacer con lo aprendido? ¿Qué puedo crear? ¿Qué nuevo puedo aportar? ¿Qué puedo mejorar de lo ya creado con esta misma habilidad? ¿En qué temas puedo complementar con lo aprendido?

Al ya tener claro el por qué el aprendizaje de una habilidad y un yacimiento sólido del tema así como el funcionamiento de las herramientas que lo componen, las aplicaciones prácticas surgirán por mera introspección del alumno, como por ejemplo: ¿Cómo puedo solucionar este problema específico? ¿Cómo puedo mejorar esta tecnología? ¿Cómo puedo crear esta idea que he tenido durante años?

Y con base a estas preguntas más prácticas es que basaremos todas las lecciones, para que el alumno tenga la curiosidad de aprender algo nuevo y a la vez tenga la dedicación de plasmarlo en algo tangible.