Romina Vallejos

Me encanta enseñar porque creo que el aprendizaje puede ser una experiencia dinámica y entretenida. Una de las estrategias que más disfruto usar es la música. Las canciones no solo ayudan a captar la atención de los alumnos, sino que también facilitan la retención de información y hacen que la clase sea más amena. Además, integro ejercicios prácticos que permiten reforzar los conocimientos adquiridos, asegurándome de que al final de la clase podamos hacer un repaso general.

Para mí, lo más importante es que mis alumnos comprendan realmente el tema. Por eso, siempre fomento un ambiente en el que se sientan cómodos para hacer preguntas. Si hay alguna duda, la volvemos a revisar sin problema, ya que el aprendizaje efectivo no se trata solo de memorizar, sino de entender.

Cuando mis clases son virtuales, me aseguro de que sean lo más personalizados posibles. Como cada estudiante tiene su propio ritmo de aprendizaje, adapto mis explicaciones y métodos para que se ajusten a sus necesidades. En las sesiones en vivo, mantenga una interacción constante para que el alumno se sienta acompañado en su proceso de aprendizaje.

Mi objetivo es que cada clase sea una experiencia significativa y motivadora, donde los alumnos no solo adquieran conocimientos, sino que también disfruten el proceso. Creo que cuando el aprendizaje se vuelve interesante y participativo, los resultados son mucho mejores.